Yo de pequeño era un niño muy bueno que sufría una tóxica enfermedad de la que tengo constancia ahora, los otros niños al margen vivían mi enfermedad pensando en el futuro que me esperaba ahora, ahora, a ciento por hora, por los cerros y por ahora, no me seduce ni Barbie, ni Espinete, ni Dora la exploradora, yo de pequeño decían que era muy feo, ahora miro las fotos y veo que no era por feo el empeño, era por lo que tengo constancia ahora, sí, ahora, ahora me aflora un virus marginal que me se empeora según sea la hora que me demora, yo de pequeño era un niño embustero y ahora recojo verdades, justamente ahora, ahora que tengo constancia del ahora, una mentira no traspasa los oídos de quien la oiga, se queda cruda entre tus labios, y de todo esto me he venido a enterar ahora, ahora y tan a deshora, ahora que está lejos lo antaño, ahora, que es precisamente ahora, y no un tiempo futuro ni pasado, es justamente ahora, cuando el calendario llora, cuando aquellos que ahora son aquellos que ahora no ahora, ahora sigo siendo el mismo, ellos también, ahora todo empeora, mi enfermedad, la de aquellos, y el por ahora, por eso lo llaman por ahora, por que sucede a esta hora, sucede sin gana y a deshora, sucede sin más demora, a ciento por hora, ahora es ahora, siempre ahora, now para los angloparlantes, y yo que hablo en lengua española por ahora es ahora.
Archivo por días: febrero 12, 2013
el pan de cada dia
Sin duda, estos son los tiempos más difíciles desde que tengo conocimiento. Quizá antes los hubo también, la hambruna en la posguerra, la crisis del petróleo, crisis y más crisis, pero esta, la cual tengo conocimiento ahora, ha dejado tocado a más de uno, los días finales de mes, lo duros que son, las cuentas de la madre de familia, siempre sumando, restando, ahorrando aquí, redoblando allá, las tiendas del barrio, que ya no dejan fiado, el buscavidas de turno, que trata de sacarte lo que pueda, ahora el café lo cargo menos, siempre mirando de no agotar las últimas existencias. La vida de los pobres la sufren en solitaria vergüenza, vergüenza que rodeada de fronteras del subsistir trata de remendar él solo lo remendado, los ricos, están allá lejos, almuerzan en el Ritz, visten a medida, tienen las mejores viviendas en las mejores zonas, y todavía reclaman una porción más al que menos tiene. El consumo es el inconsumo, nadie gasta en ocio, en bares, cafés, cines, teatros, la literatura, han cerrado bastantes editoriales, y las que quedan…
El pan de los pobres, el pan del fiador, el pan de quien no tiene para postre, es el pan mismo que mascamos tú y yo, el pan de quien conoce tu nombre, es el pan del tabernero, y del que ruega a dios, el pan de quien no te conoce, te lo quita y se lo da al mejor valedor, es el pan, el pan de nuestra misa, y el de aquellos que ya no usan camisa, es el pan, el pan infractor, el que acostumbra a veranear en Ibiza, es el pan, el pan del pecador, el pan mascado, que se les da a los bebés que no mastican, es el pan, el pan que socializa, es el pan, el pan que ocupa un rincón, es el pan para pueblos sin delicias, es el pan, el pan sin voz, es el pan, que cuando no se tiene avisa, con un vacío en el estómago, y otro vacío, allá en el corazón. Es el pan de los que se dan por aludidos usando rimas sin control, es el pan, el pan que domestica, es el pan, el pan de aquél con su canción, es el pan de los que confraternizan con la pulga, la oruga, y el moscón.
sangri-la
Huida incesante de lo que predice mi inteligencia, cuando el mar me reconozca yo me haré ola, cuando lo haga el viento me haré aliento, cuando lo hagas tú ya no seré yo, no seré yo por que la piedra quieta se ha movido esta tarde, la movió la mano de un niño con su inocente juego de tacto, pero la luna dice que todo vuelve a lo que antaño fue, yo moriré ante las estrellas y me haré estatua de piedra para que veas qué fue de mí, no, no quiero la estatua solemne en la plaza, quiero la estatua en la mirada como guardando un secreto, un secreto de Sangri-la y eternidad bajo las opacas sendas.