El jueves día 31 de enero de 2013 llegué a mi barrio (Torre-Romeu) de Sabadell, en el extrarradio de la ciudad, y cuando me disponía a aparcar el coche empecé a ver coches (primero dos y después más) de Mossos d’Esquadra haciendo de vigías y de protectores de una banca (en este caso la Caixa de Sabadell -Unnim-) la cual quiere desahuciar a un vecino de esta localidad. Es admirable la hermandad y la camaradería de este barrio que se ha hecho piña contra la usura del gran capital y la prepotencia de las fuerzas de la comunidad autonómica catalana. Según fuentes ya han logrado detener dos intentos de desahucio contra este vecino que debe una cantidad irrisoria frente a las cantidades y a los sobresueldos que han manejado los señores del PP, eso sin contar otras prebendas que están percibiendo otras fuerzas políticas con el beneplácito o la excusa de la democracia, democracia que pagamos la clase obrera, y en este sentido la más vulnerable a todo. Esta gente del barrio de Torre-Romeu llevan haciendo relevos desde el jueves por la tarde, repito, todos una piña, repito, ya han logrado parar dos intentonas de desahucio. En los intentos de desahucio vinieron unos 50 antidisturbios de los Mossos d’Esquadra sin éxito alguno. Huelga decir que en este barrio de Torre-Romeu es un barrio de clase obrera, donde muy sabiamente y en armonía conviven diferentes culturas y etnias distintas en paz y en total hermandad. Esta crónica se puede llevar también al terreno de alegato y prueba evidente de que sí se puede, de que si la clase obrera o trabajadora lo quiere se puede, esta gente de Torre-Romeu turnándose día y noche, bajo la vigilancia atenta de los Mossos d’Esquadra, llevan luchando desde el jueves y son la prueba palpable de que sí se puede. Se puede parar esta injusticia de que la clase trabajadora tenga que pagar los platos rotos de una plutocracia que no ha dejado de inyectar ayudas a la banca desde Europa mientras sus ciudadanos trabajadores ellos, y gente atada a los intereses de la banca y su especulación arrogante, están sufriendo todos los esfuerzos exigidos por la crisis, ya que sus políticos son unos ineptos y obran en beneficio y los intereses del gran capital.