un 1%

Ahora mientras estoy escribiendo este texto algunos de mis vecinos están chupando de mi wi-fi. Sé que están chupando al menos tres, pero el que más lo hace es el de al lado. Cada vez que apago el wi-fi lo oigo protestarle a su madre, escucho que le dice: -Mamá, ¿Cuándo vamos a poner Internet? Y la madre le dice: -cuando tengamos dinero hijo. Aveces le dejo el wi-fi encendido por no oírlo, me resulta extraño de que se apropien de una cosa que sé que es completamente mía. Hay veces que me siento una especie de revolucionario del wi-fi de mis vecinos, soy como un semi-dios que puede negarles aquello que no pueden permitirse. Otras veces, la mayoría, les dejo encendido el wi-fi como cediéndoles un trozo de aquello por lo que lucho mes a mes, como cediéndoles parte de mi sueldo, es como si ellos fuesen pensionistas y yo trabajador contratado los estuviera manteniendo a través de la pensión que estos cobran mes a mes y yo trabajando les estuviera aportando parte de mi esfuerzo diario a través de la Seguridad Social. Internet es muchas veces una colmena, es una colmena que como parte de un vecindario todos están dependiendo los unos de los otros. Esto es lo que debiera ser el capitalismo, pero no, lo crudo y lo real del capitalismo es que solo unos pocos se mantienen arriba como parte de la pirámide, y solamente son los de abajo los que reciben los golpes y el trabajo duro. Pero esto no es así, ya que solamente un 1% de la población mundial son los verdaderamente ricos, pues para todo lo que existe una línea de demarcación frente a los demás ciudadanos siempre hay una cifra de un 1%. También los esquizofrénicos son un 1%, y estos todos o casi todos cobran pensión, para estos, creo yo, que sí vale la pena el esfuerzo de trabajar dentro de la colmena del capitalismo, por que tener esquizofrenia es lo más duro que le puede pasar a un hombre espiritualmente hablando, es como la gran pérdida de Dios, y para esto es algo así como al que le apagaran el wi-fi de por vida, un wi-fi que está encendido económicamente, pero eternamente apagado para las relaciones humanas. Por eso digo lo de la pérdida de Dios, un Dios que para todos existe relativamente, pero que para estos está negado para siempre.

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