Capplannetta a la hora de buscar editoriales

La tarea más difícil para un escritor es la de encontrar editorial en condiciones. Es un suplicio. Porque muchas editoriales no arriesgan a sabiendas de que la novela o el poemario sea bueno. Ahora la poesía rimada está infravalorada. Dicen que es cacofónica. Pero también dijeron que el punk no iba a perdurar y se convirtió en una manera de vivir. Ahora critican el reggaeton, y se fusiona con flamenco, tango y música tradicional mexicana y éstas son rimadas. El hecho de buscar editorial desemboca en frustración tras frustración. Colecciono negativas de editoriales. Negativas de todas. Sólo quieren dinero. No arriesgan (repito). Van a darte oportunidades con varias opciones y particularmente, si se autopublica es preferible que sea en una editorial seria y potente. Que tenga buena distribución, que te ayuden a promocionar tu obra, pero eso es caro. Por eso te dan la posibilidad de publicar pagando a plazos. Cierto es que pagar por publicar sea vergonzoso, pero en un futuro, todo será de esta manera. También están los criterios feministas y los criterios de lectores con gran reputación. Yo creo que autopublicar es el futuro de los escritores. Los editores que ven dinero ahí se apuntan al carro. Sí no te conoce ni tu padre es a lo que estás abocado. Es un negocio del que muchos han visto un repunte al alza. Mi escritura yo no soy el que la puede juzgar, pero si aquel que lee mis escritos habla bien de mis libros, pues enhorabuena. He perdido la esperanza, ya que nadie hace nada gratis. Es así, aunque parezca una milonga eterna.

Capplannetta y el tabaquismo

He dejado muchos hábitos en la vida de los cuales no hiciera penitencia. El hábito no hace al monje, pero lo mortifica. Parece mentira que después del camino que llevo andado la sustancia que me hace más la puñeta es el tabaco. En lugar de tanta prohibición hacia los fumadores deberían investigar las autoridades que lo legalizan qué tipo de sustancias hay en un simple cigarrillo. Dejar el tabaco es una hazaña y toda una odisea. Yo no imaginaba que iba a echar tan en falta el tabaco después de haberlo dejado desde el día 15 de diciembre del año pasado. Yo tengo mucha fuerza de voluntad, pero lo echo de menos al levantarme, después de comer al mediodía y también por la noche. Aunque sí soy sincero, el momento que más echo en falta en el acto de dejar el tabaco es cuando escribo. Y no es fácil. Al mismo tiempo que he dejado el tabaco también he dejado un fármaco muy adictivo. Ha habido momentos dejando el tabaco que he padecido fiebres y cefaleas. Pero no lo hago sólo por salud, lo dejo también por economía. También por el acoso psicológico en el que la gente rehuye de los fumadores. Y es una hipocresía. La empresa que menos fumadores tiene en su plantilla es Altadis. Cómo no, las sustancias químicas que tiene el tabaco no es sólo nicotina, alquitrán y monóxido de carbono. No, hay más sustancias en un cigarrillo. Es rentable.